En principio, esta falda va a estar destinada a un conjunto del siglo XVII, pero el resultado fácilmente puede extrapolarse a diversas épocas.
Como siempre, empezaremos por lo básico: el patrón. En este caso, no nos será ni necesario, ya que consistirá en cortar un rectángulo de tela. De ancho, será más del doble de lo que nos mida la cintura, y de largo, pues al gusto. En mi caso, será hasta los pies.
A continuación, coseremos los dos extremos (por el lado del revés), cerrando la falda. (Es recomendable no coser hasta el final como en la foto de abajo, si no dejar unos 10 cm sin coser, ya explicaré luego por qué). El caso es que nos quedará una cintura enorme. Así que lo que hacemos es doblar el borde superior dejando un dobladillo de 1 cm y medio o 2 cms, y lo cosemos.
Una vez cosido el borde, cogemos un cordel largo (yo compré de una tienda de chinos uno estilo cordón de atar zapatillas), y con la ayuda de un imperdible, lo pasamos por el orificio que ha quedado de coser el borde. Esto requiere paciencia pues hay que estirar y fruncir al mismo tiempo para ayudar a que el imperdible y el cordel pasen.
Cuando por fin, haya llegado al otro extremo de la cintura, repartimos el fruncido de toda la falda, dejándolo más liso por la parte de delante, y más fruncido por detrás.
Si en lugar de un cordel, hubiésemos usado una goma, podríamos dejar la falda así. En mi caso, la tela es bastante pesada, así que con una goma corro el peligro de que poco a poco se me vaya escurriendo la falda.
Pero tampoco quiero dejarla así. Lo que hago es cortar otro rectángulo de tela, de unos 12 cm de ancho y de largo, lo que mide mi cintura. Y lo junto con la falda para que quede todo unido.
El dibujo es algo cutre, pero creo que ilustra bastante bien lo que quería decir;)
Por supuesto, dejamos 1cm o 2 por detrás en la cinturilla para meter el borde de los extremos y que no quede deshilachado.
Ahora ya sabemos por qué no cosimos hasta el final los extremos de la falda, y dejamos esos 10 cm o más de margen. El motivo es que nos entre la falda bien por la cabeza o bien por los pies.
En mi caso, la falda tiene muchos fruncidos, así que decido eliminar lo que ya no me sirva. En este caso, como ya tengo cosida la cinturilla a la falta, con lo cual, los fruncidos de la misma están bien amarrados, lo que hago es sacar el cordel y cortar el dobladillo por arriba, eliminado la tela que ya no me sirve.
Ahora sólo falta ponerle corchetes (en mi caso, sólo uno) en la parte de atrás de la cinturilla y coser la orilla.
Y voilá:
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